¿En busca de unas vacaciones diferentes para este verano, pero aún no has encontrado el plan ideal? ¡No te preocupes, lo tenemos todo controlado! Y es que, en el post de esta semana vamos a hablarte de una de nuestras travesías favoritas por España: un viaje a Ibiza en barco desde Barcelona.
Antes de empezar…
La distancia de Barcelona a Ibiza es de unas 150 millas náuticas (unos 280 kilómetros) que se completa y disfruta fácilmente en una semana si se alquila un velero, por ejemplo. La tranquilidad, la ausencia de contaminación lumínica o acústica, un cielo estrellado y la plena armonía con el mar marcarán el ritmo de esta increíble travesía.
Además, las ventajas de este tipo de viajes son múltiples. Para empezar, te beneficias de todas las ventajas del turismo náutico (eliges a las personas con las que estarás en contacto, es una forma muy segura de viajar, etc.) y, además, dispones de un medio de transporte (que hace las veces de hogar) único para recorrer un paraíso como Ibiza.
¿Qué tipo de barco escoger?
Esta es una de las primeras cuestiones que debemos tratar de resolver antes de iniciar nuestro viaje a Ibiza en barco. Las opciones son variadas y dependerán, en gran medida, de varios factores como: qué pasajeros van a ir a bordo (especialmente importante si hay niños, ya que necesitaremos una embarcación más cómoda y amplia como un catamarán, por ejemplo), el tipo de navegación de la que queremos disfrutar (si queremos una navegación más lenta pero auténtica elegiremos un velero, mientras que si queremos una rápida y lujosa podemos escoger un yate) y el presupuesto del que disponemos (hay tipos de barcos para todos los bolsillos).
¿Debemos contratar un patrón?
Otra de las cuestiones que debemos plantearnos cuando estemos organizando la travesía es si necesitaremos patrón o no. Si eres o viajas con un patrón experimentado siempre puedes alquilar un barco sin patrón para ser el capitán de tu propia embarcación y disfrutar de una navegación más autónoma e independiente.
Si, por el contrario, ninguno de los pasajeros disponéis de licencia náutica o tenéis muy poca experiencia, te recomendamos alquilar un barco con patrón (y tripulación si fuera necesario). Serás guiado por los mejores sitios sin que tengas que preocuparte por nada más que tu propio bienestar a bordo.
Viaje a Ibiza en barco: ¡zarpamos!
Son muchos los puertos desde los que puedes iniciar tu travesía desde Barcelona. Algunos, como el Marina Vela y el Puerto Olímpico te permitirán, además, disfrutar del skyline de la Ciudad Condal, mientras te alejas de la misma. La Sagrada Familia, el Parque de la Ciutadella, la Torre Glòries y otros muchos monumentos y edificios emblemáticos, protegidos todos por el imponente Tibidabo, perteneciente al Parque Natural de la Sierra de Collserola.
Desde Barcelona, a bordo de un velero, y a una velocidad de unos 6/7 nudos, tardaremos unas 16 horas en llegar a nuestro destino (siempre teniendo en cuenta, también, las condiciones meterológicas, sobre todo, los vientos). Una oportunidad perfecta, dependiendo de la hora a la que empieces la travesía, de disfrutar del atardecer, del cielo estrellado o, incluso, de un baño al amanecer.
¡Ya estamos en Ibiza!
Podemos hacer nuestra primera parada fondeando en la isla de Tagomago, un islote privado donde podremos hacer snorkel o, simplemente, disfrutar de un baño. Esta isla está muy cerca de Santa Eulària des Riu, por lo que una vez que volvamos a subir a bordo, nos dirigiremos a su puerto para atracar, no sin antes explorar bellas calas como Cala Boix (donde podremos disfrutar de una buena comida), Cala Mastella o Cala Llenya.
Al día siguiente (o cuando decidamos, todo depende de nuestros propios ritmos de navegación), seguiremos bajando hacia el sur en dirección a la capital ibicenca. Pasaremos por muchas calas durante esta parte del recorrido, siendo Cala Blanca, Cala Llonga, Cala Olivera o S’Estanyol algunas de las preferidas de los navegantes para fondear y disfrutar del agua.
Una vez lleguemos al Puerto de Ibiza, es más que recomendable atracar y disfrutar de Dalt Vila, el bello casco histórico de la ciudad, repleto de laberínticas callejuelas blancas que te transportarán al pasado. Aprovecha también para disfrutar de un buen almuerzo o cena en cualquiera de los restaurantes de la ciudad antes de volver al barco.
A la mañana siguiente, podemos poner rumbo a Formentera, la hermana pequeña de las Pitiusas. Se encuentran separadas por apenas 11 millas náuticas y los paisajes de los que podremos disfrutar son extraordinarios, como si recién sacados de una postal del Caribe.
El Parque Natural de Ses Salines, la Isla de S’Espalmador, la playa de Ses Illetes o la de Llevant, son solo algunos de los monumentos naturales que podemos explorar a bordo. Nuestra recomendación es fondear en una boya en Caló de S’Oli, por ejemplo, para pasar la noche.
Comenzamos el viaje de vuelta…
Una vez hayamos dado toda la vuelta a la isla de Formentera, continuaremos nuestro viaje a Ibiza en barco dirección norte, hasta llegar a Es Vedrà, un islote al que se le atribuyen propiedades mágicas y espirituales y del que podemos disfrutar de una de las mejores puestas de sol que veremos en nuestra vida, especialmente si lo hacemos desde un barco.
La zona oeste de la isla también alberga bonitas calas y playas como Cala d’Hort, Cala Carbó, Cala Vedella, Cala Comte o Cala Bassa.
También podemos decidir si queremos volver a pisar tierra firme, antes de volver a Barcelona, esta vez atracando en el Puerto de Sant Antony de Portmany para disfrutar de otro de los epicentros turísticos de la isla y poner el broche final a nuestro viaje a Ibiza en barco desde Barcelona.
¡Hasta la próxima, marinero!
Una vez estemos morenos y hayamos disfrutado de las mejores calas y los mejores paisajes pondremos rumbo a Barcelona para disfrutar de unas horas más de navegación y finalizar así, las que probablemente sean, unas de las mejores vacaciones de nuestra vida.