Restos y residuos de las embarcaciones de recreo pueden producir efecto boomerang
Seguro que muchos de ustedes nunca se habían parado a pensar en que la contaminación marina está estrechamente relacionada con la cadena alimentaria. Ese envase que un navegante arroja desde su embarcación puede tener efecto boomerang (lo que va, vuelve).
Bolsas de plástico, cigarrillos, metales, o detergentes son solo algunos de los múltiples residuos que desprenden los barcos de forma directa e indirecta y se acumulan en las profundidades del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos que forman parte de nuestra cadena alimentaria global. Por ello, por nuestro propio bien y el de los ecosistemas marinos, debemos prestar mucha atención a la hora de deshacernos de basura, desperdicios y otros restos cuando estamos a bordo de una embarcación. Desde Nautal queremos concienciar a nuestros clientes de charter para que contribuyan a que esta situación no se agrave más.
Es muy frecuente que al alquilar un yate, velero o cualquier otro tipo de embarcación seamos conscientes de que no debemos arrojar basura por la borda pero, a veces, nos olvidamos de que el mar es inestable y de que el viento y las olas pueden ser los culpables de que nuestros desperdicios terminen en el mar. Tener la cubierta del barco ordenada es una buena forma de combatir factores externos que desestabilizan nuestra embarcación. Además, nuestros objetos personales (teléfonos móviles, toallas o prendas de vestir) también corren peligro con la llegada de una ola o una fuerte ráfaga de viento.
Es importante que mantengamos todos los restos de alimentos y envases en bolsas de basura y que no nos deshagamos de ellas hasta que el barco atraque en un puerto. A pesar de que un resto pueda parecer inofensivo por ser orgánico, tarda en descomponerse y no queremos ver esa preciosa cala donde estamos fondeados llena de, por ejemplo, cáscaras de naranja. Las bolsas de basura se deben almacenar siempre en tambuchos, evitando así que corran el peligro de caer por la borda.
Es especialmente importante el no tirar restos de aceite, por lo que deberemos guardar el aceite cocinado en potes o garrafas para depositarlo adecuadamente al llegar a tierra.
También es muy importante recordar las regulaciones referentes a cómo utilizar el tanque de aguas del lavabo, para liberarlo sólo en alta mar o mejor aún, en los puestos especialmente habilitados para ello en los puertos.
Finalmente merecen una mención especial los restos derivados del motor, tales como paños sucios derivados de fugas de aceite o de gasoil que hayan podido ir a parar a la sentina. Nuevamente nos dirigiremos al punto habilitado para ello en el puerto para descargarlos.