Tenemos a nuestro alcance los 214 kilómetros de la maravillosa Costa Brava para navegar, con sus bahías, acantilados, grandes playas, islas, una magnífica flora y fauna… Pero ¿encontraremos paz? En el mes de agosto y los fines de semana de julio hay una “invasión” de personas y barcos que lo llenan… casi todo. Si conoces las mejores calas secretas de la Costa Brava puedes conseguir el remanso de paz y de belleza que esperan tu visita a bordo de un barco de alquiler.
1. Cala Rustella
Muy próxima al Golfo de Rosas, entre la Cala Murtra y la Bahía de Montjoi se encuentra Cala Rustella. Rodeada de pinares, con una recogida playa, sus aguas cristalinas permiten ver el rocoso fondo marino y sus amplias extensiones de posidóneas. Cala Rustella es una cala virgen, ‘secreta’, sin construcciones y sin acceso por carretera, únicamente a pie: es el lugar ideal para el descanso. Un plan ideal para la familia o en pareja es navegar hasta aquí con un barco alquilado, fondear y pasar todo el día en esta pequeña joya de la Costa Brava.
2. Cala Sa Tuna
La población de Begur cuenta con ocho calas muy valoradas y entre ellas Sa Tuna destaca con personalidad propia. Pequeña, tranquila, de gran belleza por las rocas que la protegen del mar abierto (Punta d’es Plom), la arboleda que la rodea y las pequeñas casas de pescadores. Playa de arena gruesa de color gris y piedras, aguas transparentes y un fondo oscuro que realza el conjunto. Muy próxima se encuentra la pequeña Cala de S’Eixugador, también ‘secreta’. Sa Tuna y sus alrededores cuentan con unos preciosos fondos marinos que merecen ser explorados con gafas de buceo. Destacan su encanto y la tranquilidad.
3. Cala Es Castell
Próxima a Palamós, en el centro de la Costa Brava, se encuentra la Cala Es Castell, rodeada de un bosque de pinos enraizados también en las rocas. Cuenta con una amplia playa familiar y es un reducto natural preservado gracias a la decisión de sus vecinos, que frenaron los planes urbanísticos. Un espacio perfecto para fondear el barco de alquiler, protegido del oleaje, con aguas limpias y bonitos fondos rocosos. Uno de esos lugares en los que parece no haber tiempo, sino únicamente belleza y paz.
4. Cala Futadera
A 6 kilómetros de Tossa de Mar se encuentra esta recogida y desconocida cala, a la que únicamente puede accederse si vienes navegando en barco o después de una esforzada excursión a pie. De aguas transparentes que viran desde un azul suave al verde esmeralda; con una playa de arena dorada de unos 100 metros de largo por 10 de ancho, rodeada de altas rocas cubiertas de pinos y vegetación. Resulta un lugar ideal para fondear y pasar un día de relax. Cierra Cala Futadera un gran acantilado lleno de árboles, que conforma un entorno natural completo, ideal para olvidarse de todo y fundirse con la naturaleza.
5. Cala Treumal
En el sur de la Costa Brava, dentro del término municipal de Lloret de Mar, además de las playas más famosas y el Paseo Marítimo, encuentras una cala un poco apartada que hace las delicias de quienes la conocen: la Cala Treumal. Su playa se extiende 400 metros de largo y 40 de ancho, de una arena blanca y fina. Se encuentra rodeada por un frondoso bosque y las tranquilas aguas de la bahía son ideales para fondear con tu embarcación alquilada y disfrutar de un día de sol y agua. La playa es prolongación de la vecina de Santa Cristina, separada por las rocas de Punta des Canó.
Cala Treumal no es tan secreta pero sí es mucho menos conocida y menos concurrida que las grandes playas de la localidad: Playa de Lloret, la Bahía Fenals y de Santa Cristina.